miércoles, 21 de marzo de 2012

"Una señora, un negro y un tazón de caldo"

<<Una señora de 75 años coge un tazón y le pide al camarero que lo llene de caldo. Se sienta en una mesa del local. Pero, apenas sentada se da cuenta de que se ha olvidado el pan. Entonces se levanta. Se dirige a coger un bollo para comerlo con el caldo y cuando vuelve a su sitio, ¡sorpresa! Delante del tazón de caldo se encuentra un hombre, un negro que está comiendo tranquilamente. << ¡Esto es el colmo -piensa la señora-, pero no me dejaré robar!>> Dicho y hecho. Se sienta al lado del negro. Parte el bollo en pedazos. Los mete en el tazón que está ante el negro y mete la cuchara en el recipiente. El negro, complaciente, sonríe. Toman una cucharada cada uno hasta terminar la sopa. Todo en silencio. Terminada la sopa, el hombre de color se levanta, se acerca a la barra y vuelve después con un abundante plato de espaguetis... y dos tenedores. Comen los dos del mismo plato, en silencio. Al final se van. << ¡Hasta la vista!>>, dice la mujer.
<<¡ Hasta la vista!>>, responde el hombre. Parece satisfecho, como si hubiera realizado una buena acción. La mujer lo sigue con la mirada. Una vez vencido su estupor, busca con la mano el bolso que había colgado en el respaldo de la silla. Pero, ¡sorpresa! El bolso ha desaparecido. <<Entonces, aquel negro...>> Se disponía a gritar ¡al ladrón! cuando descubre su bolso colgado de una silla dos mesas más atrás de donde se encuentra. Delante de la mesa, hay un tazón de caldo frío>>.

sábado, 3 de marzo de 2012

Tengo ganas de ti

Siempre he tenido ganas de ti.
Tengo ganas de ti.
Por todo lo que he imaginado, soñado, deseado.
Tengo ganas de ti.
Por lo que sé y aún más por lo que no sé.
Tengo ganas de ti.
Por ese beso que aún no te he dado.
Tengo ganas de ti.
Por el amor que nunca he hecho.
Tengo ganas de ti aunque nunca te he probado.
Tengo ganas de ti, de ti entero.
De tus errores, de tus éxitos, de tu equivocaciones, de tus dolores, de tus simples incertidumbres, de los pensamientos que has tenido y de los que espero que hayas olvidado, de los pensamientos que aún no tienes.
Tengo ganas de ti.
Tengo tantas ganas de ti que nada me basta.
Tengo ganas de ti y no sé ni siquiera por qué...


Federico Moccia

"Maduramos con los daños, no con los años"



Un día cualquiera, de un mes cualquiera, te das cuenta que debes aprovechar cada instante de tu vida. Generalmente ese día llega cuando te ocurre algo malo y recapacitas, y llegas a la conclusión de que todo este tiempo lo has desaprovechado. Quizá no te percatabas de las personas que realmente importaban, no valorabas cada momento junto a las personas que valían la pena, pero a partir de ahora te prometes a ti mismo/a hacerlo.
¿Tiene esto que ver con la madurez de una persona? Bajo mi punto de vista, sí, tiene que ver. Una persona ha madurado cuando sabe valorar todos los momentos y saca de cada uno de ellos lo mejor. Su experiencia le ha servido para saber disfrutar de cada situación y buscar siempre el lado positivo de las cosas. Ahora valora cada detalle y parece que todo le sonríe pero solo ha cambiado una cosa; su forma de mirar la vida, sus ojos hacia los demás no son los mismos y por ello consigue sonreír,observa todo lo bueno y deja a un lado las tonterias... ¡la vida es demasiado corta como para centrarse en ellas!